Con todo el aforo que permitía la sala, los payadores practicaron la improvisación en diferentes modalidades o facetas que tiene la paya en Chile: el pie forzado, el banquillo, el contrapunto personificado o en décimas, la cueca, entre otras. Esta variedad poética es única entre los países hispanohablantes que practican la poesía improvisada. Los espectadores pudieron proponer frases y temas a los poetas para desafiar sus habilidades y expresar sus propios pensamientos, por lo cual se produce una relación cómplice entre los participantes del encuentro.

En esta actividad participaron nueve poetas de todo Chile, incluidos tres que habitan en Chiloé, que dan cuenta de la diversidad entre los payadores: hombres, mujeres, disidencias, jóvenes, experimentados, cantores a lo poeta y de milonga, de origen rural o urbano. Al final del encuentro, el público pudo conversar libremente con los poetas. Muy satisfechos se mostraron los payadores por la acogida de los ancuditanos y ancuditanas, quienes a su vez con risas y aplausos expresaron sus sensaciones. Algunos temas que surgieron fueron el invierno, los viajes, los salmones, las mascarillas, las tejuelas, los mitos y la constitución.

Hay que señalar que esta jornada fue la primera de las dos que se realizaron; esta última al día siguiente, en el Centro Cultural de Castro. Con esta actividad la comunidad chilota pudo conocer a sus propios payadores y los de otros territorios, practicantes de una tradición que ya se manifiesta en el archipiélago y espera crecer con la aparición de nuevos poetas y más encuentros de payadores.