Veintidós nuevos semilleros de papas nativas serán creados a partir del semillero del museo
A la actividad llegaron representantes de organizaciones de mujeres de Senda Chacao, El Quilar, Recta Chacao, Lecam bajo, Linao, Curamó, Aguas Buenas y Quilo, a quienes les fueron entregadas un total de 292 mallas con las distintas variedades de papas nativas que fueron cultivadas en el semillero del Museo Regional de Ancud entre la primavera del 2014 y el verano de 2015.
La jornada consistió en una exposición sobre la historia y el valor de las papas nativas en el territorio a cargo de Marijke van Meurs, directora de la institución, y en la distribución de las papas, con las que las mujeres agricultoras crearán nuevos semilleros: 2 comunitarios de 46 variedades y 20 individuales de 10 variedades cada uno.
Recordemos que esta experiencia es nueva, y que comenzó a ser ejecutada recién el año pasado gracias a la donación de 46 variedades que hizo el CET (Centro de Educación y Tecnología) Chiloé, y a un trabajo mancomunado entre el equipo del Museo y representantes de la Unión Comunal de Mujeres Rurales de Ancud.
Este año, el número de variedades subirá a 100 y su siembra se realizará a principios de octubre.
El objetivo del semillero es resguardar, reproducir, poner en valor y difundir la diversidad de papas nativas de Chiloé; evidenciando a través de este proceso la indisolubilidad del patrimonio cultural y natural del archipiélago, y lo fundamental del trabajo en comunidad.
Semillero 2014-2015
En agosto del año pasado se preparó la tierra (tierra que no se encontraba en las mejores condiciones, por lo que tuvo que ser incluso colada). Este proceso fue liderado por Jorge Meyer, Encargado de Áreas Verdes del Museo, y contó con el apoyo de las señoras Elizabeth López, Regina Altamirano y Rosa Ascencio (integrantes de la Unión Comunal de Mujeres Rurales de Ancud). Un segundo momento lo constituyó el ensacado de guano de oveja, abono orgánico que amablemente donó la señora Rosa, y transportó el siempre dispuesto Luis González.
En septiembre continuaron las faenas. Durante las dos primeras semanas parte del equipo del museo siguió preparando la tierra (esta etapa la realizó principalmente Jorge Meyer, quien contó con la ayuda de Christian Manosalba y Luis Sandoval). Los días 11 y 12 fueron acarreados unos diez cubos de tierra aportados por la Ilustre Municipalidad de Ancud a través de la Dirección de Operaciones. En esta minga fue imprescindible la participación de algunos jóvenes ancuditanos que con su buena voluntad llegaron a ayudar.
Finalmente, el día viernes (mientras seguía siendo entrada la tierra), las señoras Rosa Gutiérrez, Elizabeth López, Regina Altamirano y Rosa Ascencio la mezclaron, prepararon las melgas y sembraron las 46 variedades de papas nativas que donó el CET Chiloé (Centro de Educación y Tecnología); variedades que fueron identificadas con carteles hechos a mano por Sandra Santana y Christian Manosalba.